viernes, 17 de abril de 2015

Constantine (2005)

Francis Lawrence (austíaco)121 min"qué demonios es esto?".
Calificación de un ser ignaro en cuanto a cine: ☻☻ (5/10)


   Hay una apuesta entre Dios y el Diablo para ver quien lleva mas almas al cielo y al infierno. Si esto ya no es lo bastante cómico, rompen algún tratado que hicieron alguna vez, en donde firmaron que ninguno puede enviar a sus soldados al mundo humano, ya sea ángeles o demonios. Al final a ninguno le importa nada, ya que los dos son ilegales, y mandan cualquier cosa.


   Por ahí también andan deambulando los llamados mestizos, que supongo que son hijos de un demonio con un ángel, o viceversa, o algo así, ellos son los vendedores de influencias; tratan de confundirte (uno es el ángel Gabriel). Menos mal que está el brujo Keanu que con tal de ganarse el cielo hace uso de su don de realizar exorcismos. Había perdido tal privilegio por haberse suicidado en su juventud (aunque lo pudieron resucitar), o sea,  se suicido o no?

   Keanu, el indestructible, liquida a los demonios con una escopeta de oro que lanza balas rellenas de cruces molidas, con agua bendita  y recitando salmos de su biblia de bolsillo. Ah, y también con un crucifijo bendecido por el párroco local. Todo un mercenario celestial.

   Finalmente, le dan otra oportunidad a Keanu. Tenía cáncer de pulmón y lo salvan para que pueda decidir su destino. En cuanto a esto el rol de los apostadores es el siguiente: Dios lo quiere mandar al infierno aunque haya salvado a miles de personas poseídas por demonios, y el diablo le saca el cáncer para que pueda elegir el hacer el bien o el mal (sin estar influenciado por nadie). Entonces, quién es el bueno y quien el malo? Un fracaso de final.

Lo mejor es la cara de Lucifer o Diablo que aparece finalmente al final.


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