Calificación de un ser ignaro en cuanto a cine: ☻☻☻☻☻☻☻☻☻☻ (7/10)
Debido a la aceptación de la primera entrega, aquí el as del transporte continúa con sus peripecias, ahora en Miami Beach. Las escenas de acción fantástica de la anterior son nada en comparación con las de esta película. Ese es el término con que muchos definen a este nuevo género: acción fantástico-comédico.
De nuevo aparecen los disparos trazadores estilo Star Wars, mesas de madera que detienen balas de ametralladora, y el mismo software mediocre para generar las explosiones. Las escenas más épicas incluyen saltar con el auto desde la terraza de un edificio, cruzar la avenida por el aire y caer dentro de un estacionamiento del edificio de enfrente, o sacar una bomba que estaba colocada debajo del auto pisando un cajón, dando una vuelta aérea completa al vehiculo, y colocando la bomba en el gancho de una grúa.
La nueva complicación del paladín incluye cuidar (perder, y luego rescatar) a un niño que es finalmente secuestrado para inyectarle un virus mortal (que se contagia por la respiración) con el fin de dispersarlo y matar políticos antidrogas. Ocurren cosas raras, como por ejemplo, todos se contagian al respirar al lado del agónico infante, excepto Frank Martin, el calvo transportista. No sería mas fácil dispersar el virus por el aire que rebuscarse tanto?
Nuevamente la moraleja es que es perfectamente factible salir ileso en una lucha 15 contra 1, aunque los contrincantes tengan, en este caso, ametralladoras, katanas, navajas y revólveres, y usando solo las manos o una manguera de agua para defenderse.
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